BORDE/R


Límites Blandos / Límites Duros


Fotografía digital, medidas variables

En la naturaleza no existen fronteras.
Hay reglas de convivencia en el ir y venir de las especies.
Sólo el género humano delimita lo que considera su espacio,
y, por tanto, define su relación con “el otro”.

En muchas partes del campo en Oaxaca,
la gente marca la frontera entre pueblos con una mojonera
que traza un límite invisible.
Así se establece el terreno que le pertenece a cada pueblo,
sin afectar el libre tránsito.

Entre milpa y milpa una simple piedra o un palo
sirve para marcar el borde de la propiedad y los cultivos de cada habitante,
en un acuerdo de mutuo respeto.
Son las reglas de convivencia de la “comunalidad”.

A estos se les puede llamar límites “blandos”,
en contraposición a aquellos
que, al impedir el paso,
establecen una relación distinta con “el otro”.




Mojoneras

Escrito por Plinio Villagrán Galindo
para la exposición Signos y Territorios
Galería Hector García, Ciudad de México, 2013


La propuesta de esta exposición se basa en el tema de las fronteras, los límites que el ser humano ha impuesto donde ha construido su población y sus formas de vida. Julia reflexiona sobre los límites duros y blandos, anteponiendo una observación sobre los fenómenos políticos y culturales al respecto de decir "este territorio es mío", y todo lo que conlleva atribuir, nombrar y violentar para defender temas como patria, nación historia, raza, lengua, etc.